Introducción

SOMOS…

Somos Pueblo de Dios. Buscamos avanzar su Reino en medio de los tiempos.  Afirmamos los más altos valores, guiados y gobernados por el poder del Espíritu Santo. Buscamos dirigir nuestras vidas desde una ética de fe y conducta que afirman tres principios fundamentales:  justicia, la paz y gozo.

“Porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino Justicia (Bondad), Paz y Gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14: 17)

Nuestro primer principio es la Justicia. En otras versiones se traduce como bondad. Esto significa estar en una correcta relación con Dios, de manera que, vivamos una vida que sea del agrado de Dios.

Segundo principio es la Paz.  La paz, no significa que haya ausencia de conflictos, problemas, obstáculos o guerras.  Afirmamos, que a pesar de todo eso, la plenitud de Dios con nosotros y nosotras es.  Creemos que el bienestar de Dios cubre todos los aspectos fundamentales de nuestras vidas.

Tercer principio es el Gozo. La alegría profunda que produce vivir la vida que es del agrado de Dios.

Cada uno de estos aspectos vienen como producto de la guianza del Espíritu Santo y son parte fundamental del Fruto del Espíritu al cual hace mención el apóstol Pablo en Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley”.

Estos tres principios, son expresiones esenciales de la obra de Dios para que en la comunidad de creyentes reine la armonía, el compañerismo, la solidaridad y la unidad de la Iglesia. De esta manera proseguimos a todo aquello que construye a la paz y la mutua edificación (Rom. 14:19)

La edificación es un aspecto en la vida de la fe que compete a todo y toda creyente en Cristo Jesús.  Edificar significa construir.  Desde el interior de la iglesia se refiere a construir relaciones, construir la fe, construir esperanza y misericordia. Se trata de un proceso de crecimiento continuo.

¡Eso es lo que somos! Una Iglesia que avanza el reino de Dios en crecimiento continuo y en la construcción de relaciones, puentes, unidad, compañerismo y mutua edificación. Es el anhelo de nuestro corazón, que este testimonio de vida germine y florezca en todos y en todas, para que juntos y juntas podamos construir la paz y la mutua edificación que tanto nuestro Archipiélago Borincano necesita.

¡A la Mayor Gloria de nuestro Dios!

Rev. Dra. Lizzette Gabriel-Montalvo,

Obispa Iglesia Metodista de Puerto Rico

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”

Juan 17:21